La crisis del COVID-19 ha afectado de lleno en nuestro modo de vida, de ocio y de consumo, dejándonos una tendencia que también podrá modificar nuestro comportamiento en el futuro.
Desde Com2Be creemos interesante saber de qué forma nos está afectando esta situación, cómo lo estamos llevando y cómo creemos que saldremos de esta. Para descubrir todo esto, hemos elaborado una encuesta en la que han participado cerca de 600 personas y con la que podemos resaltar determinadas tendencias que podrán ser de ayuda tanto a particulares como a empresas para organizar su manera de afrontar el proceso de “desescalada”.
Para elaborar este estudio, empleamos un formulario de Google Forms difundido del 12 al 15 de abril de 2020 a través de Whatsapp y redes sociales.
La mayoría de los participantes son mujeres (62,8%) y la franja de edad con mayor representación es de 51 a 60 años (27,5%), seguida de la de 31 a 40 (24,3%). Además, el 50,7% vive en familias con hijos.
Las Comunidades Autónomas con más representación son: Madrid (30,7%) y Cataluña (30,4%), seguidas de Comunidad Valenciana (9,8%) y Andalucía (7,1%).
En lo referente a la economía en los hogares, el 65,1% de los encuestados mantiene su misma situación laboral, mientras que un 21,6% ha sufrido un ERTE y un 9,2% una reducción de la jornada laboral.
El 22,7% de los participantes continúa saliendo a trabajar (o lo haría a partir de las medidas impuestas el 13 o 14 de marzo) y el modo de transporte utilizado, que también está en el centro del debate, se ha visto modificado. Así, el 61,7% va al trabajo en coche o moto, y el 32,6% andando, reduciendo el uso del transporte público a una minoría. El miedo al contagio en lo que se refiere al desplazamiento al centro de trabajo es mínimo, dado que solo el 5% de ellos indica que no cree que su desplazamiento sea seguro.
Por el contrario, sí se ve un incremento considerable de la preocupación por las medidas de seguridad en el lugar de trabajo, para las que un 39,9% no cree estar allí seguro. Hasta el momento, no todas las empresas han podido proteger a sus trabajadores, viendo cómo un 27,3% indica que no se le han proporcionado EPIs para su desplazamiento y lugar de trabajo.
El teletrabajo ha supuesto en esta crisis una novedad para los trabajadores de muchas empresas, permitiendo continuar con determinadas actividades productivas durante el confinamiento. Por ello, desde Com2Be creímos interesante analizar la incidencia de una forma de trabajo que puede ganar protagonismo en el futuro.
Partiendo de la base de que el 37,8% de los encuestados realiza teletrabajo, ahora sabemos que el 55,3% de ellos considera que trabaja igual (38%) o mejor (el 17,3) desde casa.
A pesar de estos datos, debemos tener en cuenta que el 64% tiene ganas de incorporarse a su puesto de trabajo habitual, el 20,9% tiene dudas, el 15% no lo desea en ningún caso.
Las recomendaciones de prevención y aislamiento social han tenido impacto en la población, modificando sus hábitos de consumo, lo que nos hace pensar que habrá tendencias pasajeras y otras podrán establecerse como hábitos para la posteridad. Con ello, el 65,5% afirma que únicamente sale a comprar una vez por semana. Además, el 47% solo compra lo esencial, frente al 48,7% que compra lo mismo.
Por otra parte, se registran cambios: un 19,9% de los encuestados ha incrementado su compra online. Sin embargo, sectores como el de los pedidos de alimentación a domicilio no se han popularizado, con un 89,2% de los participantes que no pide comida a domicilio.
También se refleja cierta inseguridad cuando un 52% afirma que deja los paquetes recibidos de su compra online en cuarentena o por el hecho de que un 53,8% consideraba arriesgado que se comenzara a dejar ir a trabajar a más gente a partir del 13 o 14 de marzo.
El impacto económico de esta crisis sanitaria es indudable. Sin embargo, los resultados de la encuesta muestran que hasta un 59,8% de los consultados se mantiene optimista y cree que cuando acabe esta situación tendrá una igual (45,3%) o mayor (14,5%) capacidad económica. De hecho, seis de cada diez confirman que consumirán como antes, con el 11,2% que afirma que consumirá más.
Por otro lado, la inseguridad seguirá estando a la orden del día y un 76,6% cree que le costará más consumir con normalidad en establecimientos como restaurantes, ópticas o tiendas y optará más por la compra online. Además, el 34,2%, es decir, uno de cada tres, cree que habrá que esperar a 2021 para volver a la normalidad.
Sin embargo, hay datos positivos: el 41,1% cree que no cambiará sus hábitos de compra, y destaca un 33,6% que optará por comercios de proximidad y con valores.
Al ser preguntados por las actividades que más les apetece realizar cuando acabe el confinamiento (donde 1 es poco y 10 es mucho), encontramos diferentes tendencias:
Aquellas actividades por las que menos entusiasmo muestran los encuestados están lideradas por los gimnasios, donde tres de cada cinco personas lo puntúan por debajo de 5. También suspenden, con una gran cantidad de la muestra que les otorga valores por debajo de 5, las ópticas (58,4%), el dentista (56,6%) y las tiendas de ropa (53,5%).
Unos panoramas muy diferentes presentan aquellos sectores esperados con más ganas. En el caso de los viajes, un 30,2% los puntúa con un 10. Cifra solo superada en el caso de los parques y pasar tiempo al aire libre, que cuenta con un 49,9% de personas que los puntúan con un 10. Por otro lado, un 18% puntúa con un 10 las ganas de ir a un restaurante, y el 55,4% lo puntúa con más de un cinco.
En un ámbito más intermedio se hallan las discotecas o bares, con un 12% de puntuaciones de 10 y un 19,9% de 1 y las peluquerías o servicios de estética, que cuentan con un 16,3% de personas que las puntúan con un 10.
A la pregunta “¿Con qué grado de confianza entrarás y consumirás en…?”, en la que 1 es poco y 10 es mucho, vemos que la tendencia es similar a la actual del confinamiento. Así, los gimnasios son puntuados con un 1 por el 37,6%, y el 77,2% de los encuestados le dio un cinco o menos.
Aquí encontramos un ligero cambio en los planes de ocio, pues salen peor parados, con estos datos de puntuaciones de 1: las discotecas y bares (29,1%), viajes (20,5%) y restaurantes (17,4%). En estos últimos, el 63,5% dio un cinco o menos de cinco.
Por otro lado, un 18,7% de los usuarios puntuaron con un 1 las tiendas de ropa y tan solo un 3,5% con un 10, con un promedio de 4,5. Les siguen con un 1 las oficinas (17,6%) y las peluquerías y centro de estética, con un promedio de 4,9 y tan solo un 4,1% de puntuaciones de 10.
En este caso es el sector relacionado con la salud el que se posiciona ligeramente mejor, llegando a una posición intermedia: Óptica y revisiones que obtienen una valoración promedio de 5,3, es decir, un aprobado por parte del 63,1% de los participantes. Por su parte, el dentista obtiene un promedio parecido al de las ópticas, con un 5,2, recibiendo un aprobado por parte del 60,6% de las personas que respondieron a la encuesta
Como venimos indicando, esta crisis provocará algunas modificaciones en nuestra forma de comprar. Por ello, consideramos fundamental saber qué es lo que más valoraremos para poder adaptar las empresas a las nuevas demandas.
En lo relativo a la pregunta “¿Qué te gustaría que hicieran las tiendas para que les compres?”, los encuestados mostraron el mayor interés en obtener información sobre los protocolos de limpieza y desinfección, con un 28,4% que dio una puntuación de 10 a este aspecto y con un valor promedio de 6,9 que pone de manifiesto la importancia de saber que entramos en un espacio donde sentirnos protegidos. La siguiente mayor demanda, fue la aplicación de descuentos y ofertas, que consideraban interesante, con un valor promedio de 6,1.
En cuanto a los pedidos online y entrega en tienda, no se observa una tendencia clara, aunque la balanza se inclina ligeramente a favor de aquellos que no tienen interés en este aspecto, con un promedio de 5,5.
Algo similar ocurre con los sistemas de fidelización (información, ofertas VIP, campañas redes sociales), cuyo valor promedio se sitúa en un 5,6.
La solidaridad y el sentimiento de unidad se hace patente, con un 75,2% de los encuestados que declararon estar de acuerdo con la necesidad de ayudarnos entre todos a salir de la crisis (aumentando el gasto, consumo, etc.).
Además, solo el 2,9% indicó estar en desacuerdo al ser preguntado si consideraba que los más afectados eran los comercios pequeños y que querían consumir local y de proximidad y el 61,6% cree que cambiaremos los hábitos de consumo hacia algunos más sostenibles.
Por otro lado, el 49,3% consideró que cuando esta situación acabe tendrá que ahorrar por si sucede otra crisis, pero el 14,5% no estaba de acuerdo.
En cuanto a la confianza, el 38,7% indicó que le costaría recuperarla y mantener su estilo de vida anterior, y el 24,7% estaba en desacuerdo. Al preguntar si les costaría probarse “ropa, gafas o complementos que no sé si se han probado antes”, un 34,2% estaba de acuerdo, un 21% no y un 44,4% se mostraba indiferente.